Somos Almu y Ramón y desde 2013 llevamos diseñando y creando en nuestro taller joyitas únicas que desde nuestro estudio han partido hacia todos los rincones de España.
Pero no siempre fue así. Nuestros comienzos se remontan a la época en la que yo (Almu) preparaba el PIR de Psicología y en mis ratos libres me dedicaba a elaborar pulseras en cuero y zamak para liberar estrés y desconectar.
Y es que siempre he sido una loca de la bisutería. Ya en el instituto, mi profe de Historia me llamaba “la chica de los collares egipcios” porque tenía una colección inmensa (la historia es otra de mis pasiones).
Durante esa época surgió la oportunidad de participar en un Market que se celebraba un domingo al mes en Santander. El día D era justo 15 días después de la convocatoria del examen pero, lejos de amilanarme, me recluí en lo que entonces era mi taller (la mesa del salón) a diseñar y crear de manera intensiva. Además, me sirvió para rellenar el odioso vacío post-examen (quien haya opositado sabrá de lo que hablo) 😉
Aquel día nos fue tan bien, que ese fue el primero de muchos Market. A partir de entonces Ramón pasó de tener un papel de apoyo y motivación a unirse al proyecto alicates en mano puesto que yo sola era incapaz de abarcar tanta producción, ya que en paralelo habíamos comenzado a vender nuestros diseños a través de Facebook.
Pero el punto de inflexión fue un día de 2013 en el que estábamos tomando unas cañas en un bar de San Sebastián y Ramón se dio cuenta de que la camarera llevaba una de nuestras pulseras. Casi me pongo a dar saltitos allí mismo de la ilusión. Y entonces nos preguntamos:
¿De dónde la habrá sacado?
Lo que nos llevó a plantearnos:
¿Y si convertimos este hobby en una marca?,
¿Y si creamos una tienda online?,
¿Y cómo la llamamos?
Los dos lo tuvimos claro desde el principio: Neska Polita, chica bonita en euskera (Ramón es de Bilbao), porque esa es la finalidad de cada joya que creamos, que toda aquella mujer que las lleve se sienta bella, única e irrepetible.
Teníamos un gran reto por delante, una psicóloga y un ingeniero con nulos conocimientos de desarrollo web pero unas ganas inmensas de comerse el mundo. Los comienzos fueron durillos, no vamos a negarlo. Las RRSS se nos resistían, nuestras fotos eran un churro y el tema de la autofinanciación nos restaba horas de sueño.
Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y nosotros no íbamos a ser menos. Poco a poco nos fuisteis conociendo y confiando en nosotros (muchas de vosotras lleváis por aquí desde entonces), convirtiéndoos en el motor que impulsa nuestro desarrollo y que nos motiva a intentar superarnos día a día.
Y aunque nunca olvidaremos aquel primer pedido que entró en la web el mismo día de su lanzamiento, seguimos preparando cada uno de ellos con la misma ilusión y mimo.
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